Dicen que hay gente que al quedarse en situación de desempleo una vez pasado un tiempo se aburre, no sabe que hacer, en que ocupar el tiempo, que han salido de su rutina de trabajo y andan perdidos. A todos ellos he de decirles que eso debe ser porque no enfocan bien su nueva situación "laboral".
Os cuento un día cualquiera de mi nueva situación y ya podréis ver el mundo con ojos diferentes:
Me levanto un poco más tarde que antes 7:15, con esto ya salgo ganando casi media hora y tengo el tiempo suficiente para desayunar tranquilamente antes de despertar a mi hijo para que se prepare para ir al colegio y desayunar.

Tras esta primera parte de la jornada es obligado hacer un parón para tomar un café con las mamás de los compañeros de mi hijo y de paso disertar de temas como, cuanta tarea llevan los pobres, si hay algún virus de gastroenteritis, o cualquier cosa relacionada con los niños, eso de hablar de fútbol y demás memeces ya pasó a otro nivel.
A las 9:30 vuelvo a casa y tengo una aventura todos los días... aparcar, con eso de que hay mucha gente que trabaja en los alrededores no hay un puñetero sitio y me las veo canutas para dejar el coche a menos de 1 km de casa.
Hecho esto tengo varias opciones, una de ellas es salir a correr tres veces por semana y entre los 8 km de media que suelo hacer, estiramientos, ducha, etc, me dan ya las 11:00 con lo cual de ahí hasta la hora de la comida que no es como en un trabajo normal, yo puedo variar según necesidad en una franja horaria que va desde la una hasta las tres.


Después de la comida y casi sin reposar hay que preparar las cosas de la tarde. En este punto más de un@ ya estará diciendo, este tío es un exagerado, pues no exagero... hay que preparar la merienda porque los niños salen del colegio a las 4:50 y como los preparamos para el futuro como si fueran máquinas los lunes y miércoles va a inglés, los martes y los jueves entrena fútbol, y los viernes para que no tenga un día de descanso alterna entre inglés y fútbol que son los días de partido.
Ya nos plantamos en una franja horaria que va de 18:30 a 19:00 para llegar a casa, pero no se relaja la cosa aún, ahí llega la parte baño/tarea/cena, que al menos se comparte.
A eso de las 21:00 el niño se va a la cama, otra cosa es que se duerma. Los padres cenan, otra cosa es que el niño les deje llamando repetidas veces, cuando terminas llevas las cosas a la cocina y mientras uno se ducha para relajarse del trajín del día, el otro aprovecha para limpiar las botas de fútbol, los zapatos del uniforme, etc, etc.

Visto esto si aún hay quien sigue diciendo que si no tiene trabajo no sabe que hacer mi recomendación es que se lo haga mirar.
Sirva este pequeño relato veraz casi al 100%, como homenaje a todas las amas de casa de hoy, de ayer y de siempre, ya que la mayoría no le damos importancia al trabajo que realizan los 365 días del año, que raras veces tienen unas vacaciones de las de "dame todo hecho" y que su mayor descanso se limita a dormir por la noche o ver algún programa de televisión.
Va por todas vosotras.