panoramica

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lunes, 20 de julio de 2015

LA ITV.

Hoy quería hablaros de la ITV (Inspección Técnica de Vehículos a motor), que todos o casi todos sufrimos como poco cada dos años, y en mi caso en particular cada año. 

A cualquier persona con dos dedos de frente le parecerá normal que el vehículo en el que se desplaza tenga que ser revisado, y no solamente por el taller de un amigo o conocido, esto nos puede dejar con dudas ya que en algunos casos te dicen que el coche está bien, y en otros, la mayoría, que tienes que cambiar un montón de cosas que a veces ni sabías que tu coche tenía.

Para evitar malos entendidos se creó este invento de la ITV, es un lugar en el que unos "expertos" te revisan las distintas partes de tu coche y te dan el aprobado o el suspenso dependiendo de como lleves el coche. Antes de entrar pareces un estudiante que va a pasar un examen para el que no sabe si está preparado o no, te flojean hasta las canillas porque como tengas la mala suerte de que encuentren algo, aparte de los casi 50 € que te clavan por pasar el test, se te viene encima la factura del taller.

De camino al "matadero" vas circulando con tu vehículo fijándote en los que te encuentras en el camino, llegando a un punto de obsesión tan grande que pareces un agente de tráfico mirando las pegatinas de inspección caducadas para sancionar.

Miras uno y dices... muy nuevo todavía no le toca, al siguiente le ves y dices tu si pero estás presentable, hasta que llegas y te cruzas con uno que dices este es imposible que la haya pasado y aceleras para adelantarle y comprobar si lleva la pegatina del siguiente año. En algunas ocasiones te llevas un chasco impresionante porque muy a tu pesar te das cuenta que ha pasado la inspección a pesar de las apariencias.

En ese punto te pueden pasar dos cosas, que te vengas arriba y digas... buaa si este la ha pasado a mi ni me miran, o bien que digas... verás como a mi que no soy de esa etnia que habla caló me van a mirar hasta debajo de las uñas. Y para tu desgracia cuando llegas ves que estabas en lo acertado con la segunda expresión y te miran hasta debajo de las uñas... de los pies.

Por fin llegas pasas por caja y a partir de ahí te empieza el dolor de barriga. Pagas religiosamente, entregas los papeles de tu coche y ya no te puedes escapar porque no te los devuelven hasta el final y si eres afortunado y sacas el sello de favorable. El amable señor de la caja te indica que te pongas en la cola del punto de inspección número 2, cuando te vas acercando y ves la cara del "experto" con esa sonrisa cordial tu tripa da un retortijón que ni la mayor de las diarreas te provocaría, bajas la ventanilla y escuchas_

Buenos días caballero me permite la documentación, seguido de encienda las luces de posición mientras te ponen el medidor de altura en uno de los faros, las de cruce... las largas, antinieblas delantero, valeeee ponga el intermitente de la izquierdaaaa, el de la derechaaa, los cuatro a la veez.

Abra el capó y pare el motor, ahí pierdes la visión y no sabes que es lo que hace realmente, de repente lo baja y te dice toque el claxon y dele al limpia con agua marchando hacia la parte trasera sin mirarte ni siquiera a la cara como un jugador de poker, así no sabes como va la cosa. Al llegar atrás se repite el ritual de las luces y los intermitentes.

Acto seguido el señor muy amablemente te invita a bajar de tu coche y se dispone a hacer la prueba de los humos, esta parte es la que más nos acongoja a todos, sobre todo si tu coche es diesel. Te colocan un artefacto en la salida del tubo de escape y el señor le mete unos acelerones al coche que tu solo piensas, cabrón lo haces para que esto de fallo si o si.

Después de este mal trago el "amable señor" te invita a subir a tu coche nuevamente para posteriormente inspeccionar todos los cinturones de seguridad, incluso el tapón del combustible. En mi caso el otro día me tocó en esta parte un señor que me dejó a cuadros, después de tener las lunas tintadas desde hace la friolera de 9 años, me llega y me suelta... perdone caballero debería ir al lugar donde le han tintado las lunas y pedir que le pongan la homologación en los cristales de cortavientos traseros, a lo cual sutilmente no se me fuese a encabronar le respondí... es la primera vez que me lo dicen desde la fecha en que realicé el tintado y que debido a la situación económica de este nuestro país ponía en duda que el taller que realizó el trabajo siga abierto. Eso fue más menos lo que dije, lo que pensé fue... tu eres gilipollas y en tu casa no lo saben a pesar de la edad que tienes so tarugo, no ves que he pasado esta misma historia más de 8 veces y jamás me han dicho una tontería como esa.

Después me dijo, adelante el vehículo hasta mi compañero... tomé los papeles y me fui resoplando.

Llega el momento de los frenos, ahí te hacen meter las ruedas tanto delanteras como traseras a unos rodillos y tienes que frenar, sigues las indicaciones y pasas a la parte final en la que te miran amortiguación, ruedas, los bajos... del coche, y no se que más porque en ese punto el "señor amable 2" se mete en un foso y te habla por un altavoz, gire el volante de izquierda a derecha hasta que yo le diga... y van y te empiezan a dar unos trancazos laterales que dices... hijoputa a que esto no se lo has hecho al de la furgoneta que he visto antes.

Tras estas ultimas torturas al coche yo he llegado a pensar que lo hacen para si tu coche está bien se rompa, y si tiene una pequeña "lesión" sea baja indefinida hasta final de temporada, porque no lo veo normal.

Después el "señor amable 2" te dice que aparques fuera y que vayas al "señor amable 3" que es el que te dice si apruebas o no.

Afortunadamente este año no tengo que repetir para septiembre y no me tengo que gastar un extra en talleres, así que después de ese mal trago y los calores que me entraron por el examen sumados a los que hacen por estas fechas, pasé el resto del día metido en la piscina y tomando unas cervezas para celebrarlo.

Salu2.