Año nuevo... vida igual.

Hola amig@s, después de unas más que merecidas vacaciones navideñas (aunque más de un@ no lo piense, ni lo crea, si son merecidas), vuelvo a ponerme en contacto con vosotr@s con el fin de compartir mis vacaciones. Espero que no se me tome a mal, ni dejar la sensación de puñetería por el mero hecho de tener vacaciones mientras otros curran... aunque en algunos de los casos (la mayoría) es mejor decir que van al trabajo, que lo de trabajar ya es otra cosa.


Pues bien, las fiestas navideñas como todos sabéis más que de sobra, conllevan unos atracones tanto en comida como en bebercio (si tu eres de los que dices que no... anda vete al espejo y mirate, verás el bombo que llevas por barriga). En mi caso los atracones fueron los justos y necesarios... es decir, tooodos los jodidos días comiendo y bebiendo como si en lugar de acabarse el año (que por otra parte que ganitas de que acabara para ver si cambia el aire), pues en lugar de eso parece que se nos va a acabar el mundo.


Pero no nos engañemos, a mi personalmente lo que me hizo engordar no fueron los excesos... ¡ ¡ ¡ NO ! ! ! nada más lejos de la realidad, a mi me hizo engordar el "estress". Pensareis que se me ha ido la almendra, pues no yo ya la tenía perdida hace tiempo... pero el caso es que el estress a mi me engorda, he tenido más presión en los horarios que cuando estoy en el trabajo.

Levantate a las 12 h (ya empezamos mal haciendo madrugar al personal, no se dan cuenta que estoy de vacaciones), desayuna deprisa que nos esperan a comer a las 15 h y luego no tienes hambre (las comidas hay que hacerlas pausadas y masticando bien, que sino te sientan mal y no haces buenas digestiones... total que eso engorda también), llegas a casa de suegros o padres (donde toque comer, el caso es no hacer la comida en casa que sino tienes que madrugar más), y como es típico de estas fiestas hay aperitivo, primer plato, segundo plato, postre, café.... y turrones, mazapanes, polvorones y un sinfín de dulces bajos en calorías, nicotína y alquitrán. Cuando te levantas de la mesa necesitas tres intentonas porque las piernas no responden a tanto peso (esto no es problema porque cuando llevas una semana siguiendo el ritmo,  tienes unos cuadriceps que para el los quisiera Cristiano Ronaldo). Para hacer la digestión de semejante ingesta de comida (para los de la LOGSE si hay alguno ingesta = conjunto de sustancias que se ingieren, o lo que es lo mismo, alimentos), procedemos a descorchar botellas de sidra, cava o champagne (que se note el acento gabacho) que todo eso es digestivo. Como a la mayoría de los reunidos en la mesa no les gusta, y para que no se estropee que me da cosa tirar algo con la crisis que tenemos, me pego un "jartón" que no veas y salgo ya medio tajá perdido.

Si esto lo repites durante 17 días seguidos, a pesar de los consejos de salud que os dí antes de las fiestas (y que casi cumplí a rajatabla), tanta presión de horarios, tanta excitación por el cambio de año, tantos pensamientos buenos, tantos propósitos (que al final no cumples ni uno), todo ello se acumula en el mismo sitio de tu cuerpo, yo parezco estar embarazado de 4 meses y creo a falta de confirmación que es niño.

Ahora que ya he vuelto al trabajo, cosa más relajante por cierto... el horario es más cómodo, y no siento presión alguna a la hora de comer y beber, voy a mi ritmo que tampoco es malo por otra parte. Ahora ya he empezado la inversión de ciclo, es decir, que estoy empezando a perder todo lo ganado, y aunque no lo parezca aún, visualmente estoy igual (sigo llevando gafas con la misma graduación) he perdido medio kilo, lo que no se de que es ese medio kilo porque de barriga no. Lo que si puedo prometer ante tod@s vosotr@s, es que este año al menos bajaré a ver como es el gimnasio de la urbanización que en camino de siete años aquí, unicamente he logrado saber donde está sin necesidad de utilizar el GPS.

Salu2 y seguiremos informando.