Lo que viene siendo lo mismo que decir, época del año en la que los alérgicos lo pasamos de puta pena, vamos dopados cual deportista segundón, cargados de antihistamínicos y demás pastillorros y potingues que alivien el tema y que no siempre lo consiguen.
Pero más importante que por este motivo, esta maravillosa temporada del año lo es por... la berrea. Si amigos la berrea, tooooodos los tíos del mundo cuando llegan estas fechas (bueno el resto del año también, pero en estas fechas más de lo normal), nos volvemos mas animales que de costumbre y entramos en celo permanente.
Pero no toda la culpa es nuestra NOOOOO, vosotras queridas amigas colaboráis y mucho, esos vestidos que se acortan y dejan a la vista unas piernas que durante el resto del año deben andar guardadas en el armario, porque hasta ahora no nos habíamos dado cuenta de que teníais dos y tan largas.
Por no hablar de esos escotes ombligueros, que si los viéramos desde arriba no sabríamos diferenciarlos de un desfiladero entre montañas por la profundidad de los mismos, que nos hacéis parecer en algunas ocasiones a los perros esos que se ponían en los coches, que movían la cabeza con el paso movimiento del vehículo en cuestión, iba con unos amigos por la calle y se nos ha cruzado una moza de muuuy buen ver (no sabría deciros si era guapa o fea, pero tenía un par de razones contundentes a más no poder), el caso es que la susodicha iba con escote ombliguero y para más INRI (casi morimos de la impresión), sin sujetador... criatura, por demás "las tenía pequeñas" el caso es que nos hemos quedao los tres moviendo la cabeza al ritmo que nos marcaba, que parecía que estábamos en una discoteca siguiendo la música. Yo estuve a punto de pedirla los papeles del seguro porque uno de los amigos chocó violentamente contra una señal de ceda el paso que estaba en medio de la acera, pero al ver que la culpa era del accidentado no quise levantar liebre no fuera a ser que tuviéramos que pagar la señal que ha tirado al suelo (cacho cabeza gasta el gachó).
En fin que la berrea viene mu mala, que como siga así la cosa vamos a tener que comprarnos un collarín para no acabar con el cuello descojonao de tanto vaivén de cabeza, por no hablar de los gayumbos reforzados para que no se nos note más de lo normal el calentón permanente que se prevee para la temporada que acaba de comenzar... que ya se sabe que la primavera la sangre altera.
Seguiremos informando, si no morimos antes por alergias o por calentamiento global del planeta tierra.
oño...nadie dice nada, tiene que ser el "abuelo" el que comience...Vade ¡¡campeón!! has dado en el clavo, es una época preciosa pero precisamente por todo lo que expones (lo de las mozas).
ResponderEliminarUn abrazo
Fran.-
Fran pero como quieres que "ellas" digan ná si saben de sobra que son las culpables de nuestro estado de "celo permanente", porque no se a ti, pero a mi me dura desde la primavera de 1820 creo.
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