panoramica

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martes, 7 de junio de 2011

La edad del pavo.

Se dice de la locución sustantiva referida al proceso que sufre la “persona humana” en la adolescencia, se caracteriza especialmente por los cambios de carácter y comportamientos que conllevan un estado de absurdez de lo más surrealista.  Se puede precisar más diciendo que se da entre los 15 y 17 años (en algunos casos es extensible tanto a la baja, menos de 15 años, como al alza, más de17… se rumorea que se han encontrado casos de hasta 40 años), en este período se produce un desajuste hormonal que altera y revoluciona el organismo de los jóvenes, lo cual les lleva a hacer  más tonterías de las que son habituales. Según entendidos en las chicas este proceso dura menos, pero creo que se vive más intensamente y a los padres les sale bastante más cara la “tontería”.

Te empiezas a dar cuenta de que entras en ese proceso de cambio cuando te levantas un día y de repente te miras en el espejo y ¿que ves?... tienes el careto lleno de unos granos con unas puntas de pus a lo Torrente que acojonan tela. Entonces te empieza a mirar todo Dios (al menos es la sensación que te da, aunque con ese careto quien cojones te va a mirar, si tienes cara que se parece a la luna llena de cráteres y montículos), que haces para que no se vean los granos, pues apretarlos hasta que se revientan y acaban en el espejo… lo que piensas que iba a ser la solución, acaba siendo un careto aún peor que el que tenías en un principio. Al mismo tiempo se te empieza a producir un cambio en la voz, estás entre Papa Pitufo y Constantino Romero, con unos gallos intercalados que ni ensayando te saldrán jamás, y si te salen gallos porque coño se llama edad del pavo, no sería más propio ¿edad del pollo?, habrá que preguntárselo a Iker Jiménez y que  haga un estudio profundo.

La cosa empeora cuando empiezas a salir con tus amigos, pasas horas en el baño arreglándote (a pesar de no tener mucha solución la cosa), todo ello con el fin de ver si engañas a alguna chavalita (que tiene que ser engaño mutuo porque los dos pavos están en la misma situación). Estas entradas al baño, unidas a las que haces con más frecuencia que si tuvieras diarrea, a tus padres les empieza a mosquear… al principio llaman a la puerta y te dicen ¿te pasa algo? ¿Estás malo?, y tu ahí con el asunto entre manos y tienes que pensarte la respuesta, porque lo único que tienes en mente es… pasar no pasa nada pero va a pasar y malo me estoy poniendo, así que no me cortes el tema. En lugar de eso te jodes, paras y dices no me pasa nada mamá solo que algo no me ha debido sentar bien… esperas unos segundos y cuando sientes que se ha ido, vuelves a la cuestión.

La siguiente fase es el triunfo absoluto de un adolescente, tener novia (cuando pasa el tiempo te das cuenta que es una tontería más de las muchas que pasan en esa época pavil), ahí llegan las laaaaaaaaargas conversaciones profundas de tortolitos, te quiero, yo a ti más… no yo más, que no tonto que yo más, y así puedes pasar una hora, la siguiente hora la pasas con, venga que mi madre está aquí esperando mañana hablamos en el insti (esto ahora, para ser más modernos y no decir las mismas cosas que los padres decían, ha sido sustituido por el “tuto”), para terminar con la famosa frase de cuelga tu, no… tu primero, que no que cuelgues tu… venga los dos a la vez, a la de tres… unooooo, doooooos y treees… no has colgado… ni tu tampoco, hasta que a tu madre o a tu padre se le hinchaba la vena y te decía como no cuelgues no sales, y ya por fin dos horas y media después colgabas. Ahora como las cosas cambian, se mandan infinitos SMS (facturón al canto), se twittean, escriben en los muros del facebook (caralibro, cosa más tonta por favor) y como no por el mesenger… esto comparado con lo nuestro ya es empalagoso y todo.

En definitiva, querid@s amig@s que ya habéis pasado por ello, tanto en primera, como en segunda persona, os pido que me deseéis buena suerte para salir de este bucle pavil tanto en primera (que creo que aún ando en ella), como en segunda persona para cuando mi hijo pase por el tema.

Salu2.

2 comentarios:

  1. A ti aún te faltan algunos añitos para sufrir el pavo de tu hijo (para entonces, con esto de la crisis, tal vez no se llame así, pues todo cambia como con lo del BUP, ahora ESO, y tal vez mañana AQUELLO) pero los/as que ya lo estamos viviendo... ¡Paciencia pura y dura! Pues la edad del pavo no la pasan los adolescentes, la sufrimos los adultos que convivimos con ellos y que, peor aún, tenemos que educarlos y darles ejemplo...
    ¿Cómo voy a dar yo ejemplo si, como dice mi marido, me quedé en los 16 años?
    Bueno, intentar lo intento, y creo que ambos progenitores estamos haciendo un buen trabajo, las niñas/chicas/adolescentes creo que, tal y como está la edad y la sociedad hoy en día, más que pavo están pasando una edad de "pavo light", no contestan demasiado (¿quizás porque no las escuchamos? ¡que no, que es broma! Dialogamos mucho, tal vez demasiado) y dicen los que nos rodean que son educadas y consideradas. Además son estudiosas, por ahora no se meten en líos, ni beben, ni fuman ni salen de noche... ¡Joer, esto da que pensar! ¿Son chicas en la edad del pavo o son pavas? jjjjjjjjj
    También las vengo amenazando con que no me den el pavo que no paso por eso jjjjj

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  2. Muy bueno M.A., refleja "aquellos maravillosos años" por los que hemos pasado todos, unos con mas fortuna (los ligones), que otros, pero inolvidables de cualquier manera.
    Enhorabuena por el Blog.
    Un abrazo
    Fran GdeE...

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